Campiña arequipeña |
Dicen que lo bueno dura poco y así lo hizo mi viaje por
Perú. Me ayudó para cargar energías, sumar anécdotas y momentos inolvidables.
Sucedieron cosas asombrosas en esta visita, cosas que en
otro momento de mi vida quizás no hubiese valorado. Es increíble como el
crecimiento interno hace que cada viaje sea diferente y que siempre se aprenda
algo nuevo, y lo más impresionante es que nunca dejo de sorprenderme. Es que
justamente los viajes son eso, es descubrir el mundo en cada paso que doy y
darme cuenta lo mucho que he cambiado para luego al volver poder meditar y
replantearme muchas cosas.
Por eso siento que viajar no sólo es conocer lugares
distintos sino que es parte de una experiencia que te hace crecer como persona
y valorar cosas que diariamente no hacemos. Es tener tiempo para pensar y
comparar buscando nuevas formas de encarar la vida.
Volcán Misti (Arequipa) |
Este viaje me ha cautivado en diferentes aspectos.
Gracias a los amigos que me acompañaron en esta visita, me
abrieron las puertas de su casa y me presentaron a su familia, a los lugares
que conocí, a las charlas e intercambio de experiencias, a los momentos de estrés que me ayudaron a tomarme la vida más relajada (ja), a las
imágenes congeladas en mi retina a través de las ventanillas, a las melodías, a las costumbres compartidas, a la exquisitez gastronómica que me
acompañó hasta que me fui, a las noches de estrellas fugaces, a los atardeceres
contemplados viendo el Océano Pacífico, a los abrazos eternos, a las corridas
de buses, a aquellos momentos de paz mirando las copas de los árboles, a las
risas rememorando momentos, a las caminatas interminables junto al mar, a las
cabalgatas por las campiñas arequipeñas, aprendí que el silencio dice mucho y
que una mirada dice mucho más, a intentar comprender al otro y devolver
sonrisas para dejar de lado discusiones tontas, me di cuenta que los días son
muy muy cortos y me sirvió para valorar cada segundo…
En fin, saqué muchas fotos, agregué lugares nuevos a mi
lista, traje algún que otro recuerdito pero nada de todo eso dejaría una
huella en mí sin aquellos momentos especiales vividos en mi paso por el Perú.
Por eso no te olvides nunca que…“un viaje que no ha dejado
huellas en tu corazón jamás fue un viaje…”.
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